Desconectarse de la rutina es una necesidad que nos ayuda a que, cada cierto tiempo. podamos recargar las energías que dan equilibrio a nuestra vida. Así que si tienes la oportunidad de armar una escapada corta para la playa, montaña o algún lugar especial que disfrutes mucho, no dudes en invertir ese tiempo para ti y para compartir con los tuyos.
Estos paseos, excursiones o salidas cortas a lugares cercanos son recesos muy significativos para mantener la conexión emocional con la familia o los amigos y permite una especie de vacaciones «express» que ayuda a descargar parte del estrés diario y además evita que la tensión se acumule a la espera de las vacaciones anuales.
Con algo de planificación, impulso y entusiasmo, estas escapadas cortas pueden resultar más productivas de lo que creemos.
1) Disminuyes la ansiedad y el tiempo de espera hasta las próximas vacaciones. No hay nada más estresante que llegar a mitad de año y recordar que el tiempo de vacaciones aún está lejos. Si disminuimos la espera con paseos sencillos a lugares cercanos en los que podamos disfrutar tranquilamente un fin de semana, seguro que reducirás la ansiedad por la llegada del período vacacional.
2) No tiene por qué ser costoso. Hay muchísimas opciones para hacer paseos que te permitan conectarte con la naturaleza sin gastar mucho dinero. Una excursión a la montaña, irte a la playa en un viaje ida por vuelta o disfrutar el fin de semana en poblaciones cercanas son el estilo de escapadas que se organizan en pocos días y son perfectas para que algunos amigos se unan al plan. Preparen una comida ligera para el recorrido, compren alimentos que puedan preparar con facilidad, lleven hidratación y frutas para compartir y seguramente el costo total entre varias personas será mucho menor. 
3) Un paseo entre dos. Si la escapada va en combinación con un plan romántico también funciona. Dormir una noche en una posada sencilla o si lo prefieren, prueben quedarse en carpas para convertir el viaje en una experiencia inolvidable aunque sea por dos o tres días.
4) Visitar a amigos o familia que no ves desde hace tiempo. Hay afectos que dejamos de ver por mucho tiempo porque la rutina y las obligaciones diarias nos postergan la visita. Convierte ese plan en una agradable visita a familiares o amigos que seguramente tienen años ofreciéndote su casa para volverse a encontrar. Organizar una comida, una reunión o un día de juego con los niños es una opción de viaje corto, divertido y emocionalmente satisfactorio.
