La llegada de diciembre es sinónimo de festejos. Las calles, los espacios de trabajo y la familia se contagian de un espíritu de celebración que suele ser muy distractor de aquellas metas laborales o personales que nos hemos fijado durante el año.
Si bien es cierto que el último mes del año nos permite relajarnos un poco y dedicarnos a disfrutar más de lo frecuente, también es importante no tener que arrastrar asuntos pendientes para el nuevo año que comienza por lo que lo más recomendable es cerrar de manera organizada las metas planteados para este año.
Con algunas recomendaciones sencillas puedes mantener el enfoque en esos objetivos que pueden perderse en este mes de celebraciones y algarabía:
1) Aprovecha los primeros 15 días de diciembre para adelantar pendientes. Es claramente una percepción pero todos sentimos que diciembre pasa mucho más rápido que los demás meses del año, así que tratemos de aprovechar estos días en los que podemos programar y adelantar las cosas importantes que aún tenemos pendientes. También debemos tomar en cuenta que hay muchas actividades y servicios que toman vacaciones por el asueto decembrino y lo más probable es que si no se toman las previsiones, los pendientes se acumulen para el año siguiente.
2) Haz una lista de prioridades. Si tienes claro cuáles son las cosas que no son urgentes puedes enfocarte mejor en las que sí requieren ser gestionadas con premura. Puedes hacer una lista para visualizar cuáles objetivos te faltan y qué tan lejos estás de cumplirlos. No te estreses solo dale orden a lo importante.
3) Disfruta con mesura y responsabilidad. Celebrar está en el ambiente así que disfruta cada vez que tengas oportunidad de reunirte con familia o amigos pero siempre con mesura. Los excesos nos hacen perder el foco en las cosas por las cuales hemos trabajado durante todo el año. Por ejemplo: si pasaste el año comiendo sano y te sientes mejor con tu cuerpo, entonces evita excederte en diciembre para que tu esfuerzo se mantenga.
4) Toma un tiempo para descansar. Las fiestas decembrinas, el ritmo de trabajo acumulado y la premura por resolver pendientes de última hora pueden agotarnos en extremo. Además de disfrutar hay que tomarse un tiempo para dormir, estar en casa y disminuir el ritmo frenético que se siente durante este mes.
5) Agradece por las bendiciones del año. La Navidad debe ser un tiempo de reconciliación y alegría, y aunque las fiestas aparecen por todos lados, es importante darle espacio a la espiritualidad y al agradecimiento por todas las cosas que nos pasaron en el año. Cada situación es un aprendizaje y podemos crecer como personas si recordamos nuestras metas y nos mantenemos enfocados para el nuevo ciclo que comienza.
