Responsabilidad

Cultivar el hábito de agradecer

Todos los hábitos deben cultivarse desde temprana edad. Cepillarse, bañarse, comer sanamente, ¿y por qué no? También el hábito de agradecer.

Dar gracias por las cosas simples es un hábito que podemos ir construyendo a medida que tenemos conciencia de lo que es verdaderamente importante en la vida y de esta manera podemos enseñar a nuestros hijos y familiares a agradecer.

Por ejemplo, podemos acostumbrarnos a dar gracias por la salud. Muchas veces damos por sentado que estar sanos es algo común para todo el mundo y no es así. Mantener un buen estado de salud a medida que pasa el tiempo es un motivo para agradecer todos los días.

Las nuevas oportunidades que se nos presentan para aprender suelen ser confusas. Las interpretamos como retrocesos cuando podemos conectarnos con el aprendizaje diario y agradecer porque se abrió una oportunidad que nos hace ver las cosas desde otro punto de vista.

Recibir ingreso por nuestro trabajo es otra oportunidad de agradecimiento. Cada vez que nos quejamos por la falta de dinero olvidamos que hay muchas personas que no reciben nada. Tener la posibilidad de ganar nuestro propio sustento es una excelente manera de dar gracias, porque de eso depende el desarrollo que cada uno de nosotros puede proveerse a sí mismo.

CITAS-01Recuerda que por más confrontaciones que podamos tener con ellos, formar parte de un núcleo familiar nos permite entender lo importante que es vivir en compañía y no estar solo.

A nuestros hijos desde muy pronto hay que enseñarles el valor de la comida y la ropa que tenemos. Poder alimentarnos y vestirnos es una razón para agradecer por todo lo material a lo que podemos acceder, así que si educamos a nuestros niños con esa noción, cuando sean adultos darán más valor a la utilidad de las cosas que al objeto por su valor comercial.

Y nunca olvidemos mantener el hábito de agradecer los momentos felices. Cada situación que nos da felicidad debe convertirse en un acto de agradecimiento constante porque poder disfrutar de la vida no es fácil. Todas las acciones que nos regalan un día de alegría son un momento perfecto para detenerse, sonreír y agradecer.