Los niños vuelven al colegio y regresa la rutina de llevar el morral todos los días y de sentarse a diario en el pupitre o a hacer tareas en la mesa de la casa. La ocasión es propicia para revisar y educar los hábitos posturales de los pequeños para ayudarlos a evitar lesiones en el presente y el futuro.
Toma en cuenta estas recomendaciones:
Los bolsos con rueditas obligan a los niños a hacer una rotación del tronco que puede afectar la columna. Lo ideal es que utilicen un morral que puedan llevar pegado a la espalda. También es importante cuidar el peso del bolso para evitar sobrecargar la espalda del niño.
Enseña a tus pequeños a que se sienten derechos en el pupitre, cuando utilicen la computadora, al jugar videojuegos o usar el celular. Evita que se dejen caer en el asiento con la pelvis hacia la punta de la silla, pues este hábito puede producir una lesión llamada cifosis, que consiste en una curvatura anormal de la espalda hacia atrás.
Si ves que tus niños se inclinan hacia los lados mientras están sentados (puede ser la postura clásica de apoyar el codo en la mesa y la cabeza sobre la mano) trata de corregirlos y recordarles que lo mejor es sentarse derechos. Cuando se apoyan en los laterales pueden aumentar su riesgo de asimetría en los hombros y escoliosis.
Promover la práctica deportiva en el hogar ayuda a los niños a fortalecer su tono muscular y a prevenir asimetrías posturales. Las mejores disciplinas son aquellas en las que se emplea todo el cuerpo, tales como el fútbol, el baloncesto, el voleibol, el atletismo, la natación, entre otros.
Si notas que resulta muy difícil corregir la postura de tu hijo, es recomendable llevarlo a una evaluación clínica y radiológica.