¿Cuánta energía dedicamos cada día a lamentarnos por lo que no tenemos? La vida acelerada, la crisis económica, las presiones y las malas noticias a veces nos ganan la batalla y acaparan la mayor parte de nuestra atención. Nos acostumbramos a vivir en una carrera contra el tiempo y olvidamos contar nuestras bendiciones.
Vivir con gratitud no se trata de evadir la realidad y vivir ajenos a las preocupaciones. Este sentimiento más bien nos invita a dedicar unos pocos minutos al día para agradecer por todo lo bueno que tenemos. La salud, el amor de nuestros seres queridos, nuestro trabajo, hogar o profesión y tantas otras cosas tangibles e intangibles que seguro vendrán a tu mente mientras lees este texto.
La gratitud nos conecta con la abundancia. Nos invita a ver todo eso que hemos construido y que tiene un gran valor. A vivir el momento presente a plenitud. A aprovechar cada minuto para ser más felices y para sacarle el jugo a las posibilidades que nos ofrece. No cuesta dinero, no nos tomará mucho tiempo, pero sin duda nos dejará una sensación de satisfacción que le dará otro color y sabor a nuestra rutina.
Y tú, ¿qué agradeces hoy?