Tres partidos por día: una tentación difícil de ignorar para los aficionados al fútbol. La ronda de juegos que paraliza durante un mes a miles de personas alrededor del mundo puede ser un arma de doble filo para la productividad laboral.
El esparcimiento es parte de la vida y es fundamental darle espacio a todas aquellas actividades que nos permiten conectarnos con el ocio, en el buen sentido del término, ese tiempo propio que nos desconecta de la cotidianidad y nos ayuda a relajarnos.
Pero las distracciones prolongadas son descritas por los especialistas como “una desviación de la atención”, por lo que hay que dosificarlas para evitar que se conviertan en un factor de dilación, que retrase más de lo debido el cumplimiento de una tarea.
A propósito de la adrenalina que enciende el inicio del Mundial de Fútbol Brasil 2014, te damos cinco recomendaciones para mantener el equilibrio entre necesidad de esparcimiento o perder el foco con la distracción.
1) Diseña un plan de objetivos que cumplir por día: según la naturaleza de tus labores, revisa qué es lo más urgente y calcula el tiempo promedio en el cual realizas esta tarea habitualmente. Para ganarte una larga pausa de esparcimiento (dos tandas de 45 minutos por partido) adelanta lo más que puedas antes de que comience el juego para que le puedas restar este tiempo a tus labores del día sin perjudicar tu plan previo.
2) Las empresas, en la medida de sus posibilidades, pueden organizar este tiempo de receso: no sólo es una buena estrategia para el clima laboral, también ayuda a que los trabajadores se sientan estimulados para cumplir con sus objetivos diarios y así minimizar el impacto de una pausa colectiva de 90 minutos.
3) Disminuye otras distracciones asociadas: si tienes una tarea pendiente, dale la prioridad en tu lista y minimiza el resto de las distracciones para optimizar el tiempo, por ejemplo: evita pasar mucho tiempo revisando datos o comentarios previos al partido, o hablando con los compañeros sobre los juegos del día anterior, y por supuesto no te distraigas con las redes sociales porque la prioridad es cumplir con las responsabilidades del día.
4) Elige el partido que más te interese: solo los comentaristas deportivos tienen razones para dedicarse el día entero a ver todos los juegos. Elige uno de los tres que se disputen y trata de limitar el tiempo previo y posterior para hablar de los resultados o lo que haya ocurrido durante el partido.
5) Canaliza la energía: el fútbol es un gran aglutinador de emociones así que podemos aprovechar la euforia que dejan los juegos para ponerle más entusiasmo al trabajo en equipo y de esta manera repartir las tareas para que todos tengan posibilidad de relajarse y disfrutar el juego. La recompensa será la tranquilidad de que más personas puedan tener un sano momento de esparcimiento sin que se acumule una carga de tareas pendientes.