Para una madre el momento de dar a luz puede convertirse en uno de los eventos más trascendentes de su vida, así que es fundamental garantizar que tenga las condiciones más adecuadas y favorables. A propósito de la celebración de la Semana del Parto Respetado queremos compartir algunas características que sustentan las razones por las cuales celebramos esta fecha y por qué debemos comenzar a cambiar algunos paradigmas en torno al parto.
«¿Cómo llegará mi bebé al mundo?'». Esta inquietud no es cualquier cosa así que la decisión que tome la madre debe respetarse porque su cuerpo es el que experimenta los cambios físicos y psicológicos propios del embarazo y es ella la única que puede determinar su estado emocional ante el nacimiento del bebé y pondrá en perspectiva su sistema de creencias sobre este tema.
El concepto del parto respetado o humanización del parto intenta devolver a las mujeres el control sobre este proceso tan significativo en sus vidas, con la idea de disminuir la medicalización y el uso excesivo de fármacos, para que poco a poco el acompañamiento médico sea parte del proceso pero no el que lo defina.
Las organizaciones defensoras del parto humanizado indican cifras reveladoras: en Venezuela (los datos son similares en el resto de América Latina) entre 70% y 80% de los nacimientos se hacen a través de cesárea en el sistema privado. La Sociedad Venezolana de Ginecología y Obstetricia señala que en el sistema público se atienden más partos y la césarea ronda menos de 40%, lo que refleja que en Venezuela el número de cesáreas realizadas supera por más del doble a lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) que promedia entre 10 y 15% de intervenciones quirúrgicas necesarias durante el parto.
¿Qué factores caracterizan un parto respetado?
1) Respetar el tiempo que dura el trabajo de parto. La decisión de usar anestesia debe ser una opción que tomen las mujeres luego de evaluar los distintos procedimientos junto a su médico. No se puede justificar el uso de fármacos para acelerar el proceso, sin considerar la situación individual o el deseo de cada mujer.
2) Un trato más afectivo y respetuoso del equipo médico y personal de salud durante el proceso. La violencia obstétrica está tipificada como delito en la legislación venezolana.
3) Utilizar métodos menos invasivos y no farmacológicos para aliviar el dolor durante la dilatación como: masajes, técnicas de respiración y relajación. Con solo permitirle a la mujer que camine, se recueste o se siente de diferentes maneras mientras está en labores de parto, el personal de salud se convierte en un gran apoyo.
4) El respeto a la privacidad y a los acompañantes que las mamás deseen tener en la sala de partos. El apoyo del padre del bebé o algún familiar cercano es muy significativo y ayuda a que las mujeres sientan la confianza para experimentar mucho mejor este proceso.
5) La evaluación médica debe determinar la necesidad de intervenir quirúrgicamente cuando la salud de la madre esté en riesgo pero jamás debe ser predefinido por comodidad o rapidez. Cada mujer tiene su tiempo y su proceso, esa debe ser la prioridad.