El miércoles 21 de octubre inauguramos la cancha de la escuela El Vivero gracias al apoyo de Seguros Caracas de Liberty Mutual, la Fundación el Arbor, el personal docente de la institución y todos los ingenieros y obreros que durante 4 años trabajaron en el proyecto.
Ahora más de 550 niños y jóvenes de El Vivero, ubicado en Catia, disfrutarán de un espacio de recreación y actividades deportivas gracias al esfuerzo que hemos hecho para devolverle la cancha que perdieron tras un deslizamiento de tierra.
En el año 2010, el colegio sufrió una implosión en su terreno que provocó un deslizamiento de tierra. Perdieron su cancha y el área de siembras que tenían para que los estudiantes mantuvieran contacto con la naturaleza. Gracias al apoyo de la Asociación Civil El Arbor, al trabajo incansable de los ingenieros y obreros, al personal docente y al apoyo de Seguros Caracas de Liberty Mutual trabajamos en la reconstrucción de su cancha y de un área de esparcimiento, con una mesa de ping pong incluida.
El evento estuvo lleno de momentos emotivos. Niños llenos de sonrisas, maestras agradecidas aplaudiendo, la palabra “Gracias” escrita en la cancha con los cuerpos de los niños, un baile tradicional preparado por tres niñas de 6to grado y dibujos pintados por los niños del I y II grupo de Educación Inicial fueron los detalles que todo el colegio preparó para el equipo de la Fundación Seguros Caracas y el presidente de la compañía, con la finalidad de retribuir el apoyo brindado.
Además el párroco de la zona ofreció palabras y esparció agua bendita como símbolo de bendición. Y Gerardo Perozo, gerente general de la Fundación Seguros Caracas tuvo el honor de encestar por primera vez un balón en el tablero de básquet para dar por inaugurada la cancha.
No podíamos dar menos
La escuela El Vivero tiene sus puertas abiertas desde el año 1964. Comenzó a funcionar en la capilla San José (dentro de la parroquia) y se fue construyendo progresivamente gracias a la colaboración del Padre Policarpo Clauster y la Asociación Civil El Arbor.
Fue una decisión difícil, pero con razones de peso. Los niños que antes salían de 6to grado ahora salen en 9no grado con 15 y 16 años, lo que ha ayudado a retrasar las edades de embarazos precoces, los problemas de adicciones y les brinda mayores herramientas para culminar su bachillerato. Van por su tercera promoción de educación media y el trabajo continúa.
Esta institución tiene una matrícula anual de 550 niños que comienzan su formación desde los 3 años y el trabajo con la comunidad los ha hecho conscientes de la realidad social que los rodea. Sin embargo, a pesar de todas las limitaciones, han trabajado siempre con una calidad humana que se evidencia en la formación integral, con valores que reciben a diario los niños.