Su procedencia es casi invisible, ha ido perdiendo el acento maracucho de su familia para adquirir uno más capitalino. Desde 1997, cuando participó en el Miss Venezuela, su carrera como animadora y locutora ha ido en rápido ascenso. Ha tenido la oportunidad de animar diversos programas de radio y televisión, que incluso le han abierto las puertas al mercado latinoamericano.