Por cada minuto que pasamos entretenidos en las redes sociales podemos encontrar un continuo río de fotografías de niños: hijos, hermanos, sobrinos, hijos de amigos que seguramente están en medio de una situación divertida o son parte de una generación en la que cada acción es registrada y masificada en simultáneo a su vida.
Cuando publicamos fotos en redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram es importante que, más allá de la ternura y el afecto que expresamos por los niños, también tomemos en consideración algunas medidas de seguridad que quizás escapan de nuestra previsión, pero que no dejan de ser una realidad: el peligro latente de exponer fotos de niños sin pensar mucho en las consecuencias.
La responsabilidad de padres, familiares y los adultos que rodean a un niño comienza con la protección de su privacidad y seguridad, porque no son ellos quienes deciden qué estás publicando. Siempre verifica quién puede ver y acceder a tus fotos y si no son tus hijos, consulta a sus padres antes de colgar una fotografía.
En cualquier caso es fundamental que te asegures de tomar estas previsiones:
– No publiques fotos en las que los niños estén sin ropa (por muy tierno e inofensivo que te parezca). Hay todo tipo de personas en la red y no todas la usan con las mejores intenciones. Minimiza los riesgos.
– Evita las fotografías habituales en lugares de fácil identificación como la escuela donde estudia o el parque más cercano a la casa.
– Si la foto es cerca del carro familiar, trata de que en la foto no se vea qué tipo de carro es y mucho menos que se puedan identificar datos específicos como marca, color, la placa del vehículo o calcomanías distintivas.
– No publiques fotos donde se pueda ver con claridad la insignia o el uniforme de la escuela a la que asiste, o de alguna actividad deportiva que practique.
– Escribe leyendas genéricas sin datos específicos de horarios o rutas. Evita las descripciones como: “a la hora de salida de su colegio” o frases como: “en camino a la casa con su abuela”.
– Si alguien te etiqueta en una foto que tomaron de tu hijo y aparecen etiquetadas otras personas desconocidas para ti, pídele a la persona que publicó la foto que remueva esa etiqueta para disminuir la cantidad de personas que pueden verla.
– Dile a tus amigos y familiares que te pregunten antes de publicar cualquier fotografía de tus hijos.
Lo más importante es usar siempre el sentido común. La ventaja de tener tanta tecnología al alcance de nuestra mano es que nos permite ver crecer a los niños de nuestro entorno pero siempre debemos recordar que estamos asumiendo decisiones que impactan sus vidas.
El criterio debe ser ¿me gustaría ver publicada esta foto si fuese yo?
¿Has tomado alguna de estas previsiones con fotos de tus niños o pequeños que son cercanos a ti?