La mente puede ser tan poderosa como queremos que sea: para las cosas buenas pero también para las cosas malas; por eso la clave para tener un equilibrio mental que nos dé mejor calidad de vida es tratar de potenciar nuestras emociones y pensamientos hacia lo positivo para deshacernos de las cosas negativas que pueden afectarnos física y psicológicamente.
Entrenar la mente para aprender a ser más positivos es un trabajo constante y de madures que se va logrando poco a poco pero que podemos ir poniendo en práctica con algunas técnicas:
1) Distraerse. Una de las cosas más efectivas para deshacernos de pensamientos negativos que nos rondan es aprender a pensar en aquello que nos remite a sensaciones de alegría y tranquilidad. Los especialistas sugieren que es importante utilizar las distracciones mentales en lugar de dejar que la mente vague sin rumbo porque pasar mucho tiempo sin fijar pensamientos de algún tipo está asociado a la infelicidad.
Por eso es preferible pensar en algo que fije una idea: pueden ser cosas sencillas como la estrofa de una canción que nos guste, un lugar agradable o un recuerdo feliz.
2) Aceptarlo. Cuando aceptamos un pensamiento no deseado, en lugar de batallar en su contra, podemos enfocar la energía en resolverlo y enfrentarlo. Si lo aceptamos, seremos capaces de ponderar que tan grave puede ser y controlar la angustia que nos genera, así será más fácil dejarlo ir.
3) Meditar. Ocurre algo similar que con la idea de la aceptación, porque la meditación consciente promueve una actitud de compasión y no juicio hacia los pensamientos negativos que revolotean por la mente. Meditar no es facil y requiere un proceso de desarrollo personal pero es un enfoque muy útil para evitar pensamientos repetitivos no deseados.
4) Autoafirmacion. Se trata de pensar en los rasgos positivos y creencias individuales para aumentar la confianza y el autocontrol. Si tenemos algo de que aferrarnos podremos confrontar las cosas negativas que nos acechan. Al autoafirmarse podemos ponderar las cosas buenas que tenemos y las situaciones positivas de nuestra vida en contraste con lo negativo que nos puede estar ocurriendo. Es importante que los pensamientos repetitivos se equilibren entre lo bueno y lo malo.
5) Escribir. La escritura funciona como un desahogo de los pensamientos y sentimientos más profundos. Si logramos exteriorizarlos y luego lo leemos con calma podemos liberar nuestra mente de la negatividad que la ronda. Escribir como terapia ha sido ampliamente probado y se ha demostrado la capacidad que tiene de sanar psicológicamente. Pensar y escribir sobre uno mismo ayuda a conocernos mejor y a disminuir pensamientos recurrentes que quizás se han quedado atrapados por mucho tiempo.
