Preste atención, pues si es de los que se cuida del sol bronceándose antes de las 10:00 am y después de las 4:00 pm, deberá pensarlo muy bien antes de exponerse tanto tiempo a los rayos solares para adquirir un colorcito.
Investigadores británicos comprobaron, mediante varios estudios científicos, que tanto el bronceado como el cáncer de piel comienzan con un daño en el ADN (ácido desoxirribonucleico), causado por la exposición a los rayos ultravioletas.
“Los signos en las células que inducen el bronceado solar parecen ser un deterioro en el ADN y el daño en este ácido es el primer paso de una mutación en las células que podría conducir al cáncer, por lo que no puede existir nada que se parezca a un bronceado seguro”, indicó Dorothy Bennett, bióloga celular de la Universidad de Londres, quien participó en la investigación.
Otro problema es que mientras la genética y otros factores contribuyen en el riesgo de desarrollar cáncer de piel, los mensajes contradictorios sobre la seguridad de la luz ultravioleta confunden al público, añadió Bennett.
Estar en contacto con la luz solar es necesario, porque la luz ultravioleta hace que el cuerpo genere vitamina D, pero las personas requieren mucha menos exposición a esos rayos que la precisada para broncearse, señaló la experta británica, quien además comentó que muchas personas, especialmente los jóvenes, ignoran la evidencia científica o desconocen este peligro en la búsqueda de un cuerpo bronceado.
“Cualquier cosa que provoque mutaciones en las células aumenta el riesgo de cáncer y lo vuelve poco seguro”, enfatiza la investigadora de la Universidad de Londres.
Fuente consultada: Reuters