Viajar es la oportunidad ideal para disfrutar y conocer cosas nuevas. Pero los excesos siempre son un problema, en especial cuando de comida se trata. Llegar a un nuevo destino y acercarse a su cultura gastronómica a veces implica algunos riesgos de salud que debemos tomar en cuenta al momento de disfrutar de los placeres de la comida.
Una de las principales precauciones al viajar es estar atentos al agua que consumes y el origen de los alimentos. Viajar con niños requiere mayor prevención porque la intoxicación por alimentos contaminados suele ser una de las principales causas de enfermedades que reportan las familias que salen de vacaciones.
Es importante tomar en cuenta recomendaciones básicas pero indispensables al momento de comenzar un viaje, sea hacia un destino conocido y más aún cuando se trata de un viaje hacia un lugar nunca antes visitado.
1) Lávate las manos frecuentemente antes y después de comer o ir al baño. Trata de tener jabón antibacterial o productos que puedan esterilizar las manos de los niños cuando estén en la calle.
2) Consume agua, jugos, refrescos y bebidas embotelladas, preferiblemente en envases de vidrio.
3) La comida callejera aunque es muy atractiva y sabrosa son alimentos con alto riesgo de contaminación porque muchos de estos lugares no cuentan con medidas sanitarias adecuadas.
4) Asegúrate de expresar claramente en todos los restaurantes o lugares donde vayas a comer si tú o algún miembro de tu familia sufren alergias a alimentos específicos.
5) En los países asiáticos existe una amplia tradición culinaria de preparar platos con productos del mar que se sirven crudos, así que si su viaje es hacia alguno de esos destinos es importante aumentar las previsiones. Las comidas crudas no son recomendables para el consumo de los niños.
6) Lave las frutas antes de dárselas a los niños. Si va a comer verduras crudas trate de evitar repollos y lechugas que no hayan sido lavadas adecuadamente.
7) Disminuye el consumo de salsas y aderezos a base de mayonesa.
8) En los lugares de playa es delicioso comer pescados y mariscos porque están frescos pero consumir almejas, mejillones, ostras, y alimentos de este tipo pueden ser peligrosos.
No se trata de reprimir un gusto sin disfrutar de una que otra aventura gastronómica pero el sentido común y la moderación son buenos aliados para no arruinar las vacaciones antes de tiempo. Comer y beber son parte fundamental de la experiencia así que es preferible considerar algunas medidas básicas de precaución para que podamos regresar a casa sanos y con el grato recuerdo de un viaje delicioso.