Como seres humanos tenemos la capacidad de adaptarnos a las circunstancias más adversas. Y la presencia cotidiana del estrés puede hacerse tan habitual que llegamos a considerarlo una parte natural de la vida. La mala noticia es que el estrés crónico tiene un impacto nocivo sobre nuestra salud y puede aumentar nuestro riesgo de sufrir numerosas enfermedades. De hecho, debilita nuestras defensas, eleva el riesgo cardíaco y las posibilidades de padecer depresión.
Aquí te dejamos 5 señales de que el estrés te está afectando más de la cuenta y algunas ideas para combatirlo:
- Dolor de cabeza
Hacer diligencias, quedar atrapado en el tráfico, hacer colas en el banco y lidiar con los pendientes del trabajo son actividades que generan estrés y pueden causar dolencias físicas como el dolor de cabeza.
Para prevenirlo puedes tomar pausas de 10 minutos para respirar y relajarte. También puedes practicar algún ejercicio y mejorar tu actitud ante situaciones difíciles. Haz el propósito de cultivar pensamientos positivos que te ayuden a lidiar mejor con las presiones diarias.
- Cambios drásticos de humor
Si pasas drásticamente de la alegría a la tristeza y luego al mal genio, es muy probable que estos cambios de humor sean señal de que el estrés te está afectando.
Haz actividades que te ayuden a canalizar tus emociones de una manera constructiva: busca orientación con un psicólogo; practica alguna actividad física que te permita liberar las tensiones; evita contener tus emociones: explora vías para expresarlas sin lastimarte ni herir a otros.
- Insomnio
¿Eres de los que se despierta por la noche y no logra conciliar el sueño? Pon atención a las actividades que realizas durante el día y a los alimentos que consumes: evita consumir café en exceso e incluye frutas y vegetales en cada una de tus comidas. Antes de dormir, desconéctate de la tecnología al menos una hora antes de dormir. Lee, date una ducha, medita, disfruta una taza de té. Date permiso para desconectarte de las presiones.
- Cansancio excesivo
El cansancio extremo te dificulta la ejecución de actividades sencillas en tu entorno laboral y en la vida diaria en general. Acostúmbrate a realizar pausas durante la jornada, duerme de 6 a 8 horas cada día y evita convertir en un hábito el trabajo en horas extras.
Si este síntoma viene acompañado de insomnio, fatiga permanente y alteraciones en el estado de ánimo, lo ideal es que visites a un especialista.
- Ansiedad
Preocupación, temor, dificultad para concentrarse y tensión muscular son algunos síntomas de la ansiedad. Para combatirla es necesario que aceptes las situaciones adversas y respires profundo. No huyas de una emoción ni la etiquetas como “negativa, así podrás tomar una distancia emocional del problema y recuperar el control de ti mismo.
Toma acciones para combatir el estrés y cuida tu salud y bienestar integral.