La ansiedad y los nervios muchas veces pueden formar parte de nuestra vida cotidiana, en especial cuando estamos bajo altos niveles de estrés por distintas situaciones que puedan presentarse en la vida diaria. Uno de los síntomas más comunes es el insomnio. La falta de sueño agudiza el estrés porque necesitamos dormir apropiadamente para recuperar nuestra energía y vivir con bienestar.
Hay ciertas rutinas que podemos establecer para aprender a relajarnos y descansar mejor. Te dejamos estos consejos para aliviar los nervios y facilitar el sueño reparador.
Relajarse con agua tibia y sentirse ligero antes de dormir es una de las técnicas más recomendadas para asegurar el descanso. Ducharse media hora antes de dormir puede tranquilizar tu sistema nervioso además de ayudarte a liberar todas las cargas que traigas del día y entrar en una especie de trance relajante que te permita desconectarte de lo que te preocupa. Conviértelo en un hábito: generar una rutina crea un entorno cómodo y seguro alrededor de este ritual, en el que lo único que debemos hacer es sentir.
Uno de los primeros impulsos que sentimos cuando estamos nerviosos es el de comer de más, pero esto puede empeorar la situación. La comida pesada y la digestión justo antes de dormir, exige más actividad a nuestro cuerpo en altas horas de la noche, lo cual evita que nuestro cerebro tome la decisión de dormir.
Si a esto le sumamos consumir estimulantes como café o bebidas azucaradas, el estado de nerviosismo puede aumentar y el sueño puede hacerse aún más complicado, por lo que debemos evitarlos durante la noche.
Practicar la meditación, la respiración profunda y otras técnicas de relajación puede ayudarte a preparar tu mente y tu cuerpo para dormir. Poner el foco en actividades sencillas y relajantes ayuda a que tu cuerpo se regule hormonalmente y reduzca el estado de alerta que genera la ansiedad.
El ruido blanco también ayuda a desconectarse de la mente activa, y puede usarse mientras se está acostado o mientras se practica alguna de estas técnicas. Sonidos como el de la lluvia, el agua corriendo, el viento soplando o el crepitar de una hoguera son bastante relajantes y distractivos. Existen aplicaciones y videos de larga duración para escucharlos hasta después de entrar en las primeras fases del sueño y mantener así ese estado de tranquilidad.
Aunque estos consejos son bastantes útiles a la hora de irse a la cama, hay otro tipo de rutinas que puedes implementar en tu vida diaria para permanecer relajado durante la jornada, por ejemplo:
- Establecer horarios fijos para dormir y despertar
- Comer en horas específicas y de forma saludable
- Terminar todas tus tareas antes de finalizar la jornada
- Tener una rutina de actividad física
Una vida estable y saludable puede contribuir a tus hábitos de sueño y a permanecer en ese estado de relajación durante tu día.