Cada 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, que fue decretado oficialmente en el año 2000 por la Federación Mundial de Corazón, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unesco para extender a la población el mensaje de cultivar hábitos saludables por la importancia de protegernos y prevenir las enfermedades cardiovasculares.
La mala alimentación y practicar ejercicio excesivamente sin la debida evaluación de un especialista son dos factores muy comunes que incrementan el riesgo de infartos y enfermedades cardiovasculares, especialmente en mujeres entre 25 y 45 años de edad. Las dietas restrictivas y las rutinas de ejercicio sin un buen acompañamiento nutricional hacen más vulnerable a este grupo de la población.
Los chequeos médicos anuales son fundamentales, en especial para los hombres mayores de 45 años. Es importante comer alimentos de todos los grupos para garantizar un nivel óptimo de vitaminas y minerales. Los nutricionistas reiteran que es importante consumir harinas porque son una fuente importante de energía y consideran que es un error eliminarlas, lo que debes evitar es comerlas fritas y dividir el consumo en porciones pequeñas entre cinco y siete al día.
Trata de alimentarte de la manera más natural posible porque los alimentos muy procesados contienen altos niveles de azúcar y grasas saturadas lo que aumenta la posibilidad de obstrucción de las arterias del corazón. Las frutas y vegetales aportan fibra y vitaminas necesarias para que el corazón tenga un bombeo continuo y regular.
Incorpora a tu vida una rutina de ejercicios que te permita mantener actividad física sin caer en excesos. Antes de comenzar a correr o hacer algún ejercicio que demande mucho esfuerzo es importante hacerte una evaluación médica para saber cómo está tu corazón. Caminar puede ser un buen comienzo, con un mínimo de 30 minutos al día, tres veces a la semana puedes mantener tus arterias y tu corazón más activos sin ponerte en riesgo.
Aléjate del cigarrillo. Fumar es uno de los factores de mayor incidencia en las afecciones cardiovasculares. Los componentes químicos del cigarro hacen que se reduzca el oxígeno en la sangre, endurece la capa interna de las arterias y las hace más estrechas, aumenta la presión arterial y reduce los niveles de colesterol bueno (HDL) en la sangre, al mismo tiempo que aumentar los niveles del colesterol malo (LDL) y los triglicéridos.
Controla la ansiedad y el estrés. Las emociones están ligadas estrechamente con el corazón así que lo primero que debemos hacer es controlar lo que nos afecta y aprender a desconectarnos. El yoga puede ser un gran aliado.
Cuida tu presión arterial. Los niveles de una persona en buen estado de salud rondan los 140/90 mm. La hipertensión es sumamente peligrosa porque por lo general no presenta síntomas. Disminuir el consumo de sal ayuda a mantener los niveles bajos.
Tu corazón es importante porque es el órgano motor que hace bombear el funcionamiento del organismo. De corazón, cuídate.
