Bienestar Buenas nuevas

Mitos nutricionales que debes combatir

Las redes sociales se han convertido en el espacio por excelencia para compartir y promover estilos de vida. Miles de especialistas (o no) dan recomendaciones sobre lo que deberíamos comer o los ejercicios que podríamos hacer, y muchos de ellos realmente influyen en las decisiones de sus cientos o miles de seguidores.

El riesgo de esta tendencia es que puede abundar en la red información sin base científica, que pone de moda todo tipo de dietas y hábitos de alimentación que no siempre son saludables, ni se ajustan a las necesidades de todos. A continuación te contamos algunos mitos nutricionales que pululan en las redes sociales y ante los que debes estar alerta. Recuerda siempre que ante la duda lo mejor es consultar a un especialista que diseñe un plan ajustado a tus necesidades y características:

LosCarbos

  • Los carbohidratos no son el domonio, son gasolina: la pasta, el pan, la arepa, la yuca, la papa y el plátano, entre otros,  son carbohidratos saludables que debemos incluir en nuestra dieta pues nos brindan la energía que necesitamos para movernos y pensar. ¿Cuáles carbohidratos debemos evitar o consumir ocasionalmente? Galletas, dulces y otros productos industrializados, casi siempre ricos en azúcares y grasas trans.

Gluten

  • Deja atrás el miedo al gluten: a menos que sufras de celiaquía (intolerancia al gluten) no hay razón para temerle a la proteína presente en cereales como el trigo, la cebada, el centeno y la avena. Esta no engorda y tampoco es el componente principal de los cereales.

Leche

  • No hay que temerle a la leche: solo las personas intolerantes a la lactosa deben eliminar la leche de su dieta. Al suprimir su consumo perdemos una rica fuente de nutrientes que fortalecen nuestros huesos, dientes y nos ayudan a prevenir enfermedades como la osteoporosis.

Azucar

  • El azúcar sí, pero con moderación: la Organización Mundial de la Salud recomienda consumir 6 cucharaditas de azúcar añadida al día (esta sería adicional a la que contienen las frutas y verduras que comemos). Quiere decir que podemos tomar un café con un par de cucharaditas de azúcar, o que de vez en cuando podemos comer un postre, sin afectar nuestra salud. El secreto está en controlar la cantidad para evitar el riesgo de sufrir sobrepeso, obesidad y otras afecciones asociadas.

Sal

  • No le quites la sal a tu vida: el consumo excesivo de sal puede incrementar el riesgo de sufrir hipertensión arterial. Pero al suprimirla por completo nos quitamos el sodio, que ayuda a regular la presión arterial, a equilibrar los fluidos y a mantener el funcionamiento de músculos y nervios. Evita ponerle sal en exceso a la comida, pero no te quites la sazón que esta aporta: no coloques el salero en la mesa a la hora de comer y cuando vayas a restaurantes pide que la comida sea baja en sal.

Aceite

  • Aceites vegetales, de lo bueno poco: cada vez más la ciencia demuestra que los aceites vegetales favorecen la salud cardiovascular y reducen el riesgo de muerte prematura. Pero no es lo mismo poner un toque de aceite de oliva, canola o maíz al aderezo de una ensalada, que comer a diario alimentos fritos. Un toque de aceite vegetal en nuestra dieta puede aportarnos numerosos beneficios y el consumo ocasional de alimentos fritos no nos matará. El secreto está en la moderación.

La clave para controlar el peso y vivir con bienestar es equilibrar nuestro menú con todos los grupos de alimentos (carbohidratos, proteínas, vegetales, frutas y grasas), practicar ejercicio físico, hidratarnos con agua y descansar adecuadamente.